23 de diciembre de 2015

MUCHAS PREGUNTAS. NINGUNA RESPUESTA


"CONCIERTO DE AÑO VIEJO"

El concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena se retransmite en más de ochenta países y lo siguen tropecientos millones de personas.

¿Este concierto es el acto más internacional en nombre de la música de corte clásico de tradición europea?


¿Estos  tropecientos millones de personas de más de ochenta países son el público de la música de corte clásico de tradición europea?

¿Qué edad tienen estos tropecientos millones de personas de más de ochenta países?

¿Realmente les gusta la música de corte clásico de tradición europea, o solo “Daddy” Strauss y “Baby” Strauss, y el paripé anual? (Que a nadie se le ocurra mezclar a Richard Strauss con esto, por favor).

¿Qué pasaría si en lugar de la “Marcha Radetzky” se interpretara “Hyperprism” de Vàrese (que también es viejo)?

 ¿La gente daría palmas? ¿Lincharían al responsable?

¿Por qué es indispensable para un compositor estar muerto y bien muerto para que su música sea programada en plan bien?

¿Por qué en España se toca la “Marcha Radetzki” de bis en los conciertos navideños y el público está encantado después de haberla oído mil veces y echarse unas palmas?

¿Será por lo mismo que cantamos “Yo soy español, español, español” con la melodía de una canción rusa?

¿Por qué por un lado se trata de revitalizar y rejuvenecer la música clásica y consentimos estos bucles tradicionales arcaicos e inoperantes, por no decir perniciosos para el colectivo musical vivo? ¿Por qué no debo aplaudir cuando acaba un primer tiempo de algo y me lo pide el cuerpo?

¿Por qué casi todos los villancicos son tan chungos? ¿Por qué tocamos villancicos chungos en Navidad? ¿El público quiere oír villancicos chungos? ¿Qué pasa con el público? ¿Qué quiere el público? ¿Qué público? ¿Quién va a ser el nuevo público cuando muera de viejo el público? ¿Qué va a querer este nuevo público? ¿Valses y Polcas? ¿Pasodobles? ¿Villancicos? ¿Habrá nuevo público? ¿Los músicos no somos acaso también público cuando no estamos en el escenario? ¿Qué queremos? ¿Valses y Polcas? ¿Por qué nadie dice nada?

¿En qué convierte todo esto al gran público de la música de corte clásico de tradición europea? ¿Qué somos los músicos? ¿Unos soplagaitas que tocan villancicos, valses y polkas  en Navidad, mientras el resto del año tocamos pasodobles y marchas moras?

¿Por qué cuando tocamos algo tan sobado y antiguo como la 5ª de Beethoven, el Requiem de Mozart, o el Carmina Burana, parece que hayamos descubierto América, y se llena la sala de público a escuchar algo que han escuchado previamente una y otra vez?

¿Somos la repera por haber visto en directo el Réquiem de Mozart o la 5ª de Beethoven? ¿Por qué solo conocemos (como colectivo) el minuto 1 de “Así habló Zaratustra”? ¿Si hemos escuchado un minuto de una pieza podemos decir que la hemos oído entera?  ¿Por qué tanta gente del mundo de la música clásica afirma que ha escuchado la 9ª de Beethoven si solo ha escuchado el final?

¿Por qué mientras Rammstein suelta fuego con lanzallamas, generan explosiones, suben en barca sobre el público, los músicos de clásica nos ponemos un gorrito de Papá Noel, o un traje vienés con gorrito de pluma? ¿Esto es moderno? ¿Es simpático? ¿Qué es esto? ¿Por qué pasa?

¿Por qué llevamos la misma ropa en los escenarios desde hace mas de cien años y queremos ser modernos? ¿Qué podemos hacer para estar al día? ¿Por qué no lo hacemos? ¿Quién tiene la culpa? ¿Qué hacemos al respecto? ¿Cómo combatimos esto? ¿Es lo que hay? ¿Ya está?

Feliz Navidad. Nos vemos palmeando una obra compuesta por un muerto, dedicada a otro muerto. Por cierto... ¿Alguien sabe quién es el tal Radetzky? Pues buscad... quizás a más de uno se le quiten las ganas de aplaudir.

Enrique Hernández (Buñol) 22/12/2015




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